A veces se habla de parquet, tarima flotante y suelo laminado como si fueran el mismo tipo de suelo. Y aunque todos son suelos de madera, son muy diferentes. En esta ocasión queremos explicarte algunas cosas que debes saber sobre la tarima flotante antes de que te decidas a instalarla. ¡Sigue leyendo!
¿Qué diferencia hay entre la tarima flotante y el suelo laminado?
La tarima flotante es un suelo de madera natural, mientras que el suelo laminado no es más que un suelo que imita a los suelos de madera, pero en realidad es sintético. Aunque ambos pueden tener la misma apariencia de suelo de madera y existen las mismas tonalidades con más o menos veteados para los dos, no tienen las mismas características ni el mismo tratamiento.
¿Cuál es el grosor de la tarima flotante?
El grosor estándar de una lama de tarima flotante está entre los 6 y los 12 milímetros. En cuanto a largos y anchos, hay una gran variedad, al igual que ocurre con los suelos laminados. Como es lógico, estas diferencias influirán en el precio y en el resultado estético final una vez que se ha instalado por completo.
¿Existen diferentes tipos de tarima flotante?
Como ocurre con otros tipos de suelo, existe una gran variedad de acabados de tarima flotante dependiendo del tipo de madera y barniz o tinte que se le aplique. Teniendo en cuenta que es madera, admite la aplicación de tintes y barnices para conseguir un mejor resultado final.
Cuando se trabaja la madera, es importante pulir, cepillar y, por último, barnizar. Dependiendo de los diferentes tratamientos y técnicas que se le apliquen, el suelo de madera tendrá un acabado y textura diferentes. ¿Has oído hablar alguna vez del cepillado tridimensional? También se conoce como cepillado 3D y se trata de un tipo de cepillado irregular que consigue que el suelo tenga irregularidades. La superficie puede ser lisa o cepillada, mientras que la tarima puede ser de diferentes maderas como roble, haya, arce, merbau, jatoba, nogal, pino, cerezo, etc.
¿Qué mantenimiento necesita la tarima flotante?
Como cualquier otro suelo de madera, se puede y debe acuchillar para eliminar ciertas marcas y arañazos y, posteriormente, habrá que barnizar. Para su limpieza diaria, lo más recomendable es barrer o, en su defecto, aspirar y pasar la mopa. Sin embargo, en el caso del suelo laminado no será posible acuchillar, ya que no se trata de madera real.
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